Utilice cualquier cetona miscible en agua, ya sea acetona o metiletilcetona, siendo la acetona la opción más económica. Basta con comprar o electrolizar uno mismo una solución de hipoclorito sódico con una concentración superior al 10% y, a continuación, agitar la acetona en la solución de hipoclorito sódico a baja temperatura. La temperatura no debe superar los 5°C durante todo el proceso. Déjalo reposar unas horas y se irá aclarando por capas y podrás obtener algo de cloroformo en el fondo. Una vez seco y destilado, está listo para su uso. El rendimiento de esta reacción es casi cuantitativo, no hay reacciones secundarias ni impurezas, y el cloroformo obtenido es muy limpio.